La Comisión Europea ha puesto en marcha hoy una consulta del Libro Verde sobre la posible ampliación de la protección de la indicación geográfica a los productos no agrarios. En el mundo globalizado actual, los consumidores buscan la manera de identificar los productos originales y auténticos, y esperan que la calidad y las características específicas anunciadas se ajusten verdaderamente a la realidad.
Una indicación geográfica (IG) identifica las mercancías como originarias de un país, una región o localidad, de modo que la calidad, reputación u otra característica del producto en particular está ligada a su origen geográfico, como el vino de Burdeos, el jamón de Parma o el cristal de Murano, por ejemplo. Los productos agrícolas (quesos, vinos, carne, frutas y verduras, etc.) de un origen geográfico particular que posean cualidades determinadas o se fabriquen siguiendo métodos tradicionales pueden acogerse a la protección de la indicación geográfica en toda la UE (por ejemplo, el queso parmesano). No obstante, los productos no agrarios (por ejemplo, la cerámica, el mármol, los artículos de cuchillería y cubertería, los zapatos, los tapices, los instrumentos musicales) no gozan hasta la fecha de una protección unitaria de la indicación geográfica a escala de la UE, más allá de las legislaciones nacionales.
http://ec.europa.eu/internal_market/consultations/2014/geo-indications-non-agri/index_en.htm